Pasos a seguir para una buena limpieza dental

Para tener una sonrisa sana y hermosa, el cepillado regular no basta. Si bien es sumamente recomendable seguir una rutina de cepillado después de cada comida, te recomendamos hacer varias de las cosas a continuación para tener no solo unos dientes blancos y libres de caries, sino para evitar problemas a futuro, como la indeseada gingivitis y el sarro.

 

Cepíllate los dientes después de cada comida: los restos de comida se quedan adheridos al esmalte dental y entre los dientes; de no realizar un cepillado adecuado, los restos se acumulan y se descomponen formando placa dental (sarro) que posteriormente contribuirá al mal aspecto de los mismos, mal aliento y a la aparición de caries. Recuerda que el cepillado óptimo preferiblemente evitará ser muy suave o muy fuerte, y si ves sangre al escupir mientras realizas el cepillado, debes acudir a la consulta antes de que se convierta en un problema más grave.

Siempre utiliza hilo dental: si bien parece ser un consejo muy repetido, es por su importante rol en la prevención de enfermedades bucales. No solo ayuda al cepillo dental a eliminar el sarro sino que previene de enfermedades como la gingivitis y ayuda además a pulir la superficie del diente. Cada hilo dental cuenta con características distintas, la clave es conseguir uno que se adapte mejor a tus necesidades; por ejemplo, existe un hilo dental especial para ser utilizado por personas que utilizan ortodoncia. En caso de duda, consulta a nuestros dentistas que podrán aconsejarte cuál es el adecuado para ti.

Por otro lado, se ha descubierto que no utilizar hilo dental constantemente y permitir que se acumule el sarro entre los dientes, contribuye a enfermedades y ataques cardiovasculares. Así que ¡a usar hilo dental!

 

Realiza un enjuague bucal: el mejor enjuague bucal es aquel no alcoholizado, ya que el alcohol es deshidratante para la mucosa de las encías y causa irritación en las mismas. Algunos de ellos vienen con flúor, mentol y demás ingredientes que pueden ayudarte a tener unos dientes más blancos o conseguir un mejor aliento. Evita diluir el enjuague bucal con agua, ya que disminuye su efecto. Es recomendable la utilización del enjuague de manera diaria y después de cada comida, para que termine de arrastrar los restos de comida que no salieron con el cepillado.

 

Revisa el estado de tus dientes y encías: la prevención es lo más recomendable para llevar una higiene bucal óptima, por ello es mejor revisar la boca constantemente en búsqueda de algo sospechoso como cicatrices sin curar, puntos o manchas en los dientes, cambio de sensibilidad, cambio de textura y demás cosas que no son normales en tu boca. Lo que es normal en un diente puede variar entre persona y persona, pero sin duda alguna nadie quiere tener caries o unos dientes manchados, por lo que lo mejor es consultar con tu odontólogo en caso de percibir algo extraño.

 

Acude al menos una vez al año a la clínica para una revisión: muchas personas solo acuden a la clínica dental cuando ya encuentran un problema o cuando ya no hay vuelta atrás. Se recomienda visitar frecuentemente al odontólogo no solo para descartar problemas como enfermedades bucales, sino también para que los expertos puedan recomendarte como tener una mejor salud bucal y alcanzar la sonrisa perfecta que todos quieren mostrar en los días más felices.

 

Realiza una limpieza dental profunda con un profesional: las limpiezas profundas son el método más efectivo de prevención de enfermedades y problemas futuros, ya que permiten al dentista determinar si la limpieza diaria se está realizando correctamente y descartar algún problema que el paciente no haya notado en casa.

En este procedimiento el profesional examinará los dientes, las encías, la lengua y la parte interna de la boca para chequear si todo se encuentra en orden. También, procederá a extraer restos endurecidos de placa dental que pudiesen originar un problema a futuro; se limpian las encías como tal para evitar posibles infecciones e inflamaciones que desencadenaría en una enfermedad de no tratarse y el profesional aplicará los productos necesarios para dejar los dientes más blancos y pulidos.

En nuestra clínica dental realizamos a los pacientes limpiezas exhaustivas de al menos 30 minutos y al salir, pueden seguir con sus actividades normales. Por lo que es un tratamiento que se puede realizar cualquier persona y no necesitar de unas condiciones muy especiales para realizarlo.

Quizás y dependiendo del producto final aplicado durante la limpieza dental profunda, se deba esperar pocas horas para consumir alimentos. Pero si podemos estar claros de algo, es que este tratamiento es sumamente sencillo y habitual en todas partes del mundo.

Hoy en día las limpiezas dentales profundas se hacen de manera tradicional: con un raspador de sarro que tiene forma de gancho; o con la utilización de láseres. Este último es más recomendable cuando la placa está muy endurecida. Por otro lado, si una persona es portador de un sistema de ortodoncia, es usual que al terminar el tratamiento de ortodoncia se le efectúe una limpieza dental profunda que se deshaga de cualquier residuo de pega o sarro que pudiese acumularse en los dientes con los años.

Con las limpiezas dentales también se detienen y previenen enfermedades en sus etapas tempranas, y ayuda al profesional a cargo a efectuar posteriores recomendaciones o prescripciones, de ser necesario algo más para evitar que el paciente se vea comprometido. También, es necesario mencionar que una limpieza dental profunda no es un blanqueamiento dental, ya que mientras la limpieza dental se ocupa de funcionalidad y estética de los dientes, el blanqueamiento es un procedimiento meramente estético para los dientes.

Si estás convencido de que tienes una buena rutina para el cuidado de tus dientes y encías, recuerda que siempre un profesional es necesario para verificar que todo anda en orden, para obtener mejores resultados y prevenir enfermedades.

Igualmente, si se posee de una buena higiene dental se recomienda solicitar una limpieza dental profunda para que eliminen cualquier placa escondida y para que el odontólogo pula los dientes del paciente, que cambian constantemente de textura con los alimentos que afectan el esmalte dental, tales como las gaseosas, los cítricos y los alimentos con un grado de dureza elevado.

Para una boca sana y limpia, acude a tu clínica dental profesional. Asegúrate que estas visitas sean constantes y convierte una sonrisa común en una sonrisa hermosa que dure por años y te acompañe en los mejores de tu vida. Siempre es un buen momento para hacerse una limpieza dental profunda.

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